viernes, 30 de septiembre de 2011

The Gate (1987)


No hay que saber mucho de cine (de hecho basta con ir un par de veces al videoclub más cercano y checar los títulos) para darse cuenta de que en los 80's proliferaron las películas protagonizadas por una pandilla de chiquillos que se metían (a veces sin quererlo) en toda clase de aventuras, desde las más normales en la que la imaginación de ellos crea todo el misterio hasta las más extravagantes en donde aliens, monstruos y demás seres sobrenaturales causan problemas. 



Está cinta ochentera es del segundo tipo. Empieza cuando Glen descubre en el patio de su casa (después de que quitaran un árbol de ahí) un portal al inframundo habitado por antiguos demonios. Sin saberlo él y su amigo Terry realizan el ritual para abrir dicha puerta dimensional justo en la noche que los padres de Glen salieron de viaje y se quedó bajo la supervisión de su hermana mayor Alexandra.



Los primeros 40 minutos de la película son algo lentos, se otorga mucho tiempo a diálogos que en nada ayudan a desarrollar la trama y hay varias escenas de relleno. Pudieron cortar al menos la mitad de esa primera parte y darle un mejor ritmo a la cinta.



La segunda parte del largometraje inicia cuando los pequeños demonios escapan del inframundo al que pertenecen y empiezan a cazar a los dos humanos que necesitan para poder quedarse permanentemente en este mundo. 



Los efectos de todas las diabluras que cometen los enanos del infierno son bastante baratos pero funcionan: Manos monstruosas debajo de la cama, manos que se convierten en gusanos, caras que se derriten, teléfonos que se incendian de la nada, nubes negras que se expanden en el cielo... Todo muy ochentero.



El final no es nada sorprendente, el cielo se despeja, la amenaza ha terminado, todos se abrazan, los muertos reviven y ríen del desastre causado que le tendrán que explicar a los adultos.

Conclusión: La Puerta (título en español) es una cinta bastante regular que ya no causa emociones o sorpresas de ni un tipo más que a gente que la haya visto en su época (por aquello de la nostalgia) o a niños menores de 10 años.

Trailer:

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